Todo el libro de Deuteronomio es un libro de recuerdos y de advertencias para el futuro que se avecinaba para la nación de Israel entrando en la tierra prometida. Pero es llamativo que el capítulo 8 comienza llamando la atención al pueblo del cuidado que debían poner en obedecer una vez que ya estuvieran en su heredad.
Pero lo que debían hacer periódicamente era RECORDAR. Un mandato de Dios para recordar es importante considerarlo puesto que ello implica que somos olvidadizos por naturaleza y porque somos ingratos de corazón de manera que Dios tiene que colocar una señal que diga: "Aquí recordar". El mapa de nuestro peregrinaje debe tener a menudo este tipo de señales que nos hagan detener, "Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad... " (Jer. 6:16).
El DÍA de fin de AÑO es un tiempo inmejorable para recordar puesto que días y años están relacionados en la Escritura de manera muy cercana "Porque todos nuestros DÍAS declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros AÑOS como un pensamiento. Los días de nuestra edad son setenta años.. (Salmo 90:9-10a).
No desea Dios que escatimemos nada en este ejercicio, sino que seamos generosos con la memoria y recordemos TODO EL CAMINO por donde Dios nos ha llevado. No hay duda que algunos recuerdos son más agradables, importantes, y más notables que otros; pero no somos agradecidos si solamente recordamos lo que nos gusta. Es gratificante recordar que alcancé metas impensadas, pero no es agradable recordar que fui hosco y duro con mi cónyuge o mis hijos. Disfruto del recuerdo de cómo serví a otros pero me amarga hacer memoria de la forma que ignoré la necesidad de mi prójimo en momentos de necesidad. Pero, tengo que RECORDAR TODO.
¿Y por qué? Porque es la única manera de EXAMINAR EL ALMA y de APRECIAR lo que viene. Esa era en parte la razón del mandato de Dios para su pueblo; LO QUE VENDRÍA "Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra..." (v.7). Estando en la buena tierra ellos debían aprender a BENDECIR a Dios "y bendecirás a Jehová tu Dios." (v.10). Más detalles del pasado, más calidad en mi gratitud del presente y mayor esperanza para la senda futura porque así como Israel, también nosotros recordamos todo el camino por donde "TE HA TRAÍDO JEHOVÁ."
¡Oh! ¡Fue él! ¡Fue él quien hizo todo! ¡Fue mi Señor quien trazó mis circunstancias y momentos! ¡Fue él quien ordenó mis pasos, y fue él quien en su providencia permitió mis caídas y pecados para aprendizaje de mi alma y fue él quien me llevó "siempre en triunfo en Cristo Jesús." (2 Cor. 2:14).
El día 365 del año, RECUERDA... recuerda TODO EL CAMINO... recuerda todo el camino por donde Dios TE HA TRAÍDO.
¡Dios te bendiga!
-Biblia, mate y oración-
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