"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo," - Tito 2:11-13
Es normal oír que gente se queje de que los tiempos de hoy son más difíciles que los de antes; y aunque es cierto que la Biblia advierte acerca de este tipo de cuestionamientos con, "Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría." (Ec. 7:10), no obstante se reitera la incertidumbre y las conversaciones sobre la cuestión de "los tiempos" y sus constantes cambios.
Pero el cristiano ha sido enseñado por una excelente maestra, la gracia de Dios; y ella le garantiza que aunque los tiempos cambian, el poder para vivir "sobria, justa y piadosamente" se encuentra permanentemente actualizado y libre de cualquier tipo de influencia que pudiera hacerlo inefectivo. Como lo fue antes, también lo es ahora "en este siglo", declara el apóstol.
El único requisito para la eficacia de este poder es el mismo que siempre fue necesario en todos los cristianos a través de la historia: renunciar a la impiedad y los deseos mundanos. Es menester considerar algunas cosas negativamente antes de practicar positivamente otras. La gracia de Dios nos ha sido dada en Cristo y nos ha instruido mostrándonos no solamente la santidad, pureza y victoria de la cruz, sino también los efectos del pecado en el corazón. Ahora, es imprescindible decir "no" a todo lo que antes dijimos "sí", y "sí" a todo a lo que antes le dijimos "no", espiritualmente hablando.
¿Qué clase de ambiente te rodea? ¿Qué tipo de razonamientos tienes en cuanto al mundo y la sociedad con la que convives? ¿Frecuenta el egoísmo, el amor al dinero, asuntos impuros? ¿Tienes compañeros de trabajo envidiosos, ásperos, rencorosos o soberbios? No importa cuál sea tu entorno, la gracia de Dios garantiza que vivas "en este siglo" de una manera que refleje en quién crees y a quién estás esperando que regrese para manifestar su gloria. ¡No te desalientes!
¡Dios te bendiga!
-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
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