miércoles, 9 de diciembre de 2015

"AHORA VAS A VER CON MI PAPÁ"

"¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?" - Romanos 8:31

    Seguramente muchos en su niñez habrán atravesado una situación donde alguien de mayor estatura haya amenazado con hacerle daño u otra cosa; la inevitable reacción ante esto pudo haber sido la bien conocida escapatoria de "Ahora vas a ver con mi papá", y de esta manera lograr una ventaja salvadora sobre la apremiante situación.
    Cuando llegamos a los pies de Cristo, una de las cosas que experimentamos inmediatamente es la lucha espiritual que se genera en contra de Satanás, el mundo y nuestra propia naturaleza pecaminosa. Todo esto hace que sintamos la presión de estos enemigos como jamás lo habíamos experimentado en ninguna otra circunstancia de la vida. Es entonces que la pregunta retórica del apóstol Pablo se transforma en una segura protección y fiuente de confianza tal como aquello que un niño decía a otro niño más grande al sentirse amenazado. 
   No se puede cuestionar en absoluto la protección de Dios sobre el creyente. Ningún adversario tiene capacidad para hacernos algo frente a la omnipotencia de Dios a nuestro favor. Pero, ¿dónde radica la confianza que hace que Pablo afirme algo así? En la gracia de Dios tal como lo expresa el próximo versículo, "El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?" (8:32); ¡qué grandioso! La protección y la asistencia divina sobre el cristiano tiene que ver con los méritos de Dios y no los suyos propios. No hay razón para temer, no hay razón para desfallecer.
    Cada vez que te sientas amenazado por cualquier enemigo espiritual, sólo debes recordar que el poder de la redención que Cristo efectuó a tu favor, no sólo afectó tu pasado como pecador perdido, sino que transforma tu presente en una vida segura y tu futuro en una esperanza gloriosa. El resto de los versículos, hasta el final del capítulo 8 de Romanos no hace más que confirmar todo esto y darnos a nosotros una confianza que excede a la de cualquier niño en el mundo que depende de la habilidad y capacidad de un padre para su protección y cuidado. "¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.¿Quién nos separará del amor de Cristo ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro." (8:33-39)

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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