viernes, 11 de diciembre de 2015

NI NEGRO, NI BLANCO; GRIS

 "El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido... Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente... Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado." - Romanos 14:3, 5, 23

    "Gris es la denominación común de los colores acromáticos cuya luminosidad está comprendida entre la máxima (correspondiente al blanco) y la nula (correspondiente al negro), aunque se aplica especialmente a los de luminosidad media" (Wikipedia).  Dado su significado en el uso de los colores, la palabra gris también se utiliza para describir situaciones que no poseen un claro valor moral, por lo que las catalogamos como áreas grises. La vida del cristiano no escapa a situaciones como estas, donde no encuentra en la Biblia una prohibición o una recomendación específica sobre algún asunto. 
    Nos gustaría que todas las cosas en la palabra de Dios tuvieran un "esto sí, esto no"; pero la realidad es otra, y no todo se halla mencionado en la Biblia. De manera que, ignorando vías de dirección y clarificación que sí están expresadas "en blanco y negro" en la Escritura, son muchos los cristianos que se confunden por un lado, o lo que es peor, se hunden en una constante actitud de menosprecio o juicio para con otros hermanos en la fe. El apóstol Pablo tuvo que tratar este tema con los creyentes de Roma; había problemas entre las personas que comían cosas y otros que no las comían; entre los que diferenciaban los días para ciertas cosas y los que no lo hacían; pero ni los unos ni los otros podían señalar con la palabra de Dios que tenían razón mientras los demás estaban equivocados. 
    ¿Qué se debe hacer entonces para evitar situaciones como estas? ¿Cuáles son los parámetros que  podrían establecerse para que el pecado no sea el fruto obtenido por nuestras acciones, ni la gloria de Dios sea pasada por alto en nuestra conducta? Uno de los asuntos fundamentales es el cuidado de la conciencia, porque ella nos ha sido dada por Dios como un mecanismo seguro para advertirnos de manera que podamos responder siempre dentro de los parámetros de la ley moral que poseemos todos en nuestra mente. No hacer caso a ella o ignorarla conlleva serias consecuencias. De una u otra forma el Espíritu Santo en el creyente, alertará sobre asuntos que no posean relevancia esencial para el testimonio.
    Sin embargo, hay algunas cosas que podríamos tener en cuenta para trazar una línea de acción y decisiones en asuntos grises. El pastor John MacArthur nos provee una serie de preguntas que difícilmente se puedan sustituir al momento de tratar estos temas. Tome su Biblia y lea los siguientes textos:
  1. ¿Me beneficiará espiritualmente? (1 Cor. 10:23)
  2. ¿Me colocará bajo servidumbre? (1 Cor. 6:12) - Cualquier práctica que ocasione hábitos  cuestionables, no es sabio continuar en la misma.
  3. ¿Deshonrará el templo de Dios? (1 Cor. 6:19-20) - No deberíamos hacer nada que deshonre a Dios con nuestros cuerpos.
  4. ¿Causará que otros tropiecen? (1 Cor. 8:8-9) - Deberíamos refrenarnos de usar nuestra libertad cuando esta ocasione un tropiezo a otros.
  5. ¿Aportará a la extensión del evangelio? (1 Cor. 10:32-33) - Hemos de considerar los efectos de cualquier práctica en el testimonio que damos a los que no tienen a Cristo.
  6. ¿Violará mi conciencia? (1 Cor. 10:25-29) - Si de algo no estamos seguros delante del Señor, mejor evitarlo (Debe conocer bien su Biblia para no caer en cosas sin sentido)
  7. ¿Glorificará a Dios? (1 Cor. 10:31) - Este es el mejor resumen sobre el asunto de las áreas grises.
¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
    
    

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