miércoles, 25 de febrero de 2015

MARCANDO LA DIFERENCIA

"Todo el tiempo de su nazareato, será santo para Jehová." - Números 6:8

    Aunque los únicos que podían servir en el tabernáculo de reunión eran los sacerdotes y levitas, todos de la tribu de Leví; no obstante Dios hizo provisión para cualquiera que deseara consagrar su vida al servicio de Dios a través del voto del nazareato. La escritura no pone límites a este período de consagración y también admite la finalización del mismo por voluntad de quien lo contrajera, respetando las leyes durante el período de consagración, y al terminarlo.
    El término "Nazareo" significa en el hebreo "consagrado mediante separación" ya que esto es lo que indicaba que haría la persona durante el tiempo estipulado. La consagración era hecha mediante un "voto"; el cual también es un término particular cuyo significado se relaciona con la palabra "maravilla", es decir fuera de lo ordinario. Es importante notar que las indicaciones del voto representaban la dedicación a Dios; es decir que ninguna persona tomaba el voto simplemente para limitarse de hacer cosas que normalmente haría en la vida cotidiana sino especialmente para llevar a cabo otras en servicio a Dios pero con absoluta dedicación y constancia. El nazareo marcaba la diferencia entre el común del pueblo.
    Pero sobre todas las cosas, la manera de describir al nazareo se presenta en el pasaje de hoy: "santo para Jehová"; y es esta la razón que debemos tomar con seriedad al meditar en su lectura, ya que no es una característica ajena al creyente en el Nuevo Testamento. El apóstol Pablo, escribiendo a los Corintios les dijo: "Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso." (2 Cor. 6:17-18).
   Son muchos los que hoy en día se muestran diferentes al mundo como grupos y personas religiosas; con vestimenta, con libros y revistas, con distintos sacramentos, a través de liturgias, rezos, plegarias y tradiciones todo lo cual pretende elevarse como votos garantidos de una vida consagrada. Pero solamente los hijos de Dios, comprados por la sangre de Cristo, pueden marcar la diferencia; y esto lo pueden hacer únicamente viviendo en santidad, es decir separados de algo y apegados a otra cosa, tal como lo dice Pablo a los Corintios. 
    Mira que tus "votos" y "consagraciones" no sean meras tradiciones pasajeras que no poseen ningún valor intrínseco ni eterno a los ojos de Dios. Lo que sirve es solamente una vida apartada del pecado como lo describe la Biblia y apegada al Dios tres veces santo como también la escritura lo establece. Cristo es el único medio para lograr tal fin, no la religión. El mundo necesita personas "maravillosas, fuera de lo ordinario" que muestren que vivir para Cristo es absoluta y trascendentalmente mejor.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración
© Copyright Ricardo Daglio - 2013

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