domingo, 12 de abril de 2015

¿RITUAL RELIGIOSO O REALIDAD ESPIRITUAL?

"Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros." - 1 Samuel 15:22

    Las palabras de Samuel marcaban prácticamente el epitafio del rey Saúl. Es que finalmente este rey mostró el verdadero estado de su corazón cuando tuvo en poco la palabra de Dios, desobedeciendo aunque intentó disimularlo con una condición espiritual saludable. Saúl jamás cultivó una vida espiritual y una relación con Dios y siempre estuvo más pendiente de lo que opinaba el hombre que de lo que opinaba Dios. Para él, la reputación era más importante que el carácter. Llegado el momento oportuno sustituyó el sacrificio por la obediencia poniéndolos a la misma altura, y fue rechazado definitivamente como rey.
    Es importante notar el punto de Samuel ya que sin el debido cuidado pensaremos que él estaba menospreciando cualquier tipo de sacrificio que un hombre pudiera hacer a Dios. Pero las palabras del último juez de Israel son específicas y lo que hay que destacar son las expresiones de contraste, "¿Se complace Jehová tanto en...  como en que...?" He aquí el punto. Es que la condición del corazón determina el valor de los sacrificios; lección que aprendió quien ocuparía el trono de Saúl,  el próximo rey David cuando dijo: "Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." (Sal. 51:16-17). 
    No es una verdad nueva en las páginas de la Biblia, ya están documentadas desde el libro de Génesis, "...Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya." (Gn. 4:4-5). "Dios acepta la adoración solo si acepta al adorador" (Wiersbe). Y lo tuvo que recordar Dios nuevamente a Samuel unos días más tarde cuando le dijo, "Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón." (1 Sam. 16:7).
     Es una tentación natural del corazón el sustituir rituales religiosos por la realidad espiritual. Fue fatal para el rey Saúl y no lo será menos para nosotros si no velamos por guardar y alimentar la vida interior del corazón con la obediencia inmediata a la Palabra de Dios, "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida." (Pr. 4:23). La mayor fatalidad que un ser humano pueda cometer es suplantar a Cristo por la Religión, pasando por alto la Biblia. Tristemente, esto es lo que vemos a diario. Examina tu corazón y no descanses hasta que sepas que está en paz con Dios.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013

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