domingo, 5 de abril de 2015

SOLO SÉ QUE NO SÉ NADA

"Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él." - Jueces 16:20

    Sansón, ¡qué tragedia! Una vida completamente opuesta a lo que Dios le había mandado hacer. Su conocimiento de lo que era, un nazareo, no le sirvió en la práctica. Sus privilegios como juez no le ayudaron a tener dominio propio. En tres ocasiones lo vemos involucrado con mujeres, y la tercera... pues sí, fue la vencida. Pero no fue cualquier circunstancia, y es por eso que la Biblia revela el nombre de esta tercera mujer: Dalila. Su significado, "débil". 
    No hace falta deducir mucho para que entendamos que el Espíritu Santo está dejando una enseñanza sublime: El impresionantemente fuerte Sansón es derrotado por la "débil" Dalila. Una contradicción destacable si tenemos en cuenta que cuando Sansón finalmente percibió que jugaba con fuego ya fue demasiado tarde, y fue vencido fatalmente.
     "Esta vez saldré como las otras y me escaparé" - fueron sus palabras. Pero fueron las palabras de un hombre presumido, no de un héroe de fe. Y la razón de esto es doble; primeramente, porque creyó saber cómo escapar en su propia fuerza y sabiduría cuando había estado ya de tiempo atrás jugando con el enemigo. En segundo lugar, y mucho más importante aún, "él no sabía que Jehová ya se había apartado de él." Esta es la causa principal de su abyecto (envilecido) final, desconocimiento acerca de la  ausencia de Dios de su propia vida. No fue Sócrates al que mejor le quedó su célebre frase: "Sólo sé que no sé nada."
    No es la única vez que la Biblia reprende esta ignorancia en los que aseguran conocerlo todo y gozar de un bienestar espiritual del que carecen por completo. "Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo." (Ap. 3:17), "Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?" (Jn. 3:10). Quien se apoya en su propia fuerza y entendimiento para desarrollar un mecanismo de liberación oportuna de las consecuencias que eventualmente le ocasionen sus pasiones y pecados, es un ciego y miserable y no hará falta más que una "débil Dalila" para evidenciar su necedad y grave error.
    No juegues con lo que Dios aborrece, no vayas por allí coqueteando con lo que el cielo condena. Tarde será si queriendo librarte encuentras que Dios, aunque misericordioso, no es interruptor de tu testarudez. Evita jugar con tu "debilidad" y busca fortalecerte en la gracia y la obediencia. Sansón fue un sacrificio muerto, pero Dios busca "que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional." (Ro. 12:1).

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013

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