viernes, 21 de agosto de 2015

"¡BENDICIONES, CUÁNTAS TIENES YA!"

"¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová; pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares adonde fueres." - Jeremías 45:5

    Johnson Oatman es el autor de numerosos himnos evangélicos; uno de los más conocidos se titula "¡Bendiciones, cuántas tienes ya!" y del cual los versos del coro completo dicen:

"¡Bendiciones, cuántas tienes ya!
Bendiciones, Dios te manda más; 
Bendiciones, te sorprenderás
Cuando veas lo que Dios por ti hará."
    
    Baruc, amanuense del profeta Jeremías, bien podría haber adoptado este himno como favorito una vez que Dios le habló por medio del profeta. Su nombre significa "Bendecido", pero luego de una serie de circunstancias en las que se vio afectado por su relación con Jeremías (ver Jer. 36), le parecía que él era el hombre menos bendecido de la tierra y exclamó: "¡Ay de mí ahora! porque ha añadido Jehová tristeza a mi dolor; fatigado estoy de gemir, y no he hallado descanso." (45:3). Baruc no fue reprendido por falta de fidelidad, sino por falta de apreciación espiritual. Habiendo recibido de primera mano las profecías de Jeremías con respecto a la destrucción de Jerusalén; y habiendo visto con sus propios ojos cómo Dios estaba cumpliendo su palabra, Baruc tenía expectativas de cosas superiores para su propia vida. Hasta que Dios le recordó lo que él mismo había escrito de boca del profeta - "Ha dicho Jehová: He aquí que yo destruyo a los que edifiqué, y arranco a los que planté, y a toda esta tierra" (45:4).  ¿Y ahora Baruc, sabiendo esto, buscaba un beneficio personal, un bienestar particular? 
    ¿Cómo se puede perder la visión y la convicción de lo que hemos creído? ¿Cómo es posible que no podamos mantener en alto nuestros ojos, puestos en Jesús y contemplar cuánto Dios ha bendecido a quienes ha regenerado? Porque no son pocos los que añoran un poco de la vanidad de este mundo pasajero como creyendo que no estarán completos nunca si no lo disfrutan. "Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues que... los que disfrutan de este mundo, (sean) como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa." (1 Cor. 7:29, 31).
    ¿Acaso aún no te has dado cuenta que ya eres tremendamente bendecido por estar sentado en lugares celestiales junto a Cristo? (Ef. 2:6). Repasa tu Biblia para ver cuál será el final de este mundo que ha rechazado a Cristo; el final de una sociedad egoísta, ajena de la vida de Dios y licenciosa por donde se la mire; y entonces permite que hagan eco las palabras del Señor a Baruc "¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques." Una mente puesta en lo eterno y aferrada a lo que Dios ha dicho en su palabra acerca de lo efímero que es lo temporal, cercenará y disminuirá cada vez más la ponzoñosa filosofía de que "si no lo tengo, no soy feliz". La pregunta de Dios hizo reflexionar a Baruc, pues luego él mismo escribió lo que el profeta le dijo; ¿contarás tú también con él cuántas bendiciones tienes en vez de suponer e imaginar las que podrías tener? Espero que sí.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
    


     

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