"Reuniré a los fastidiados por causa del largo tiempo; tuyos fueron, para quienes el oprobio de ella era una carga" - Sofonías 3:18
Sofonías, probablemente el único de los profetas con sangre real corriendo por sus venas, no tuvo inconveniente alguno en denunciar el pecado de la nación durante los diez años aproximados de su ministerio. Sus mensajes incluyeron la condenación del sincretismo y la idolatría del pueblo (1:1-4) y la injusticia y corrupción en toda la casta gobernante (1:8ss; 3:1-7). Como resultado de todo esto, también habló de la cautividad futura de la nación y los resultados de la misma.
Una nota de esperanza aparece en sus profecías finales, asegurando que Dios quien había sido ignorado y no tenido en cuenta por la nación, estaría finalmente en medio de ellos; y así lo expresó literalmente Sofonías, "Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos" (3:17). En una situación de corrupción y deterioro de Sión, algunos sufrían una gran carga por el oprobio de la misma, y a ellos es que el profeta les da esta promesa de cuando Dios los reuniría otra vez allí, estando él en medio de ellos. Los fastidiados por causa de largo tiempo finalmente gozarían de una restauración completa.
Sofonías habló de fastidio, significando originalmente "vergüenza"; y habló de oprobio, expresando en el hebreo original la idea de una "desgracia". Un largo tiempo muchos sufrieron esto, pero Dios en medio de Sión terminaría con ambas cosas, la vergüenza y la desgracia.
No es extraño si toda esta situación evoca la condición de la iglesia de Cristo de hoy; la insistencia en afirmar su florecimiento y la confianza de muchos en pseudo avivamientos a través del mundo es casi incómoda y vergonzosa, no porque no se apreciaría sino porque las evidencias demuestran que no se puede decir "Jehová está en medio de ti". Pragmatismo, declaraciones, liturgias mundanas, biblias cerradas, vidas con mal testimonio, ministros livianos y sin compromiso con la verdad; cristianos intachables en su asistencia a la iglesia pero con una cuestionada conducta frente a los impíos en su vida privada. Iglesias sin enseñanza pero con abundante entretenimiento que producen más fariseos que amadores de Cristo. ¿Quién sufre por esto? ¿Quiénes sienten el oprobio de esta situación? ¿Quién volverá a imitar a los bereanos de Hechos 17:11 que se hallaban "escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así"? ¿Serás tú? ¿No sientes fastidio por ver la iglesia en el estado en que está? ¿No deseas ver a Dios en medio de ella otra vez? Comienza en tu vida privada y persiste en tu iglesia local, celoso de la palabra de Dios y de la honra a Cristo en pureza y rectitud.
¡Dios te bendiga!
-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
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