martes, 13 de enero de 2015

¿HAY ALGÚN PROVECHO?

"Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacaré de ello? ¿O qué provecho tendré de no haber pecado?" - Job 35:3

    No es la única vez que una expresión como esta se lee en las Escrituras; y quizá ésta no es tan conocida como la que se halla en Salmo 73:13 "Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia" En algunas ocasiones, el corazón del creyente tiende a caer en un estado de incertidumbre que le impide ver con claridad la bendición de no pecar contra Dios y de vivir en fidelidad para honrarle, y expresa "De nada servirá al hombre El conformar su voluntad a Dios" Job 34:9
    Esto puede ocurrir generalmente cuando las circunstancias externas que padecemos, no parecen ser proporcionales a la piedad que procuramos tener. Mientras en el corazón buscamos honrar a Dios en obediencia a su Palabra y por causa del amor a Cristo, el cuerpo, la mente y nuestras emociones sufren los embates de la adversidad de diferentes maneras. Entonces surgen las preguntas ¿De qué sirve que evite esos programas de televisión? ¿Para qué sigo yendo al templo? ¿Qué sentido tiene que cuide mi lengua de las injurias a otros? ¿Para qué privarme de tantos deleites que este mundo me ofrece a granel?
    Permíteme sugerirte algunas respuestas las cuales se desglosan de otra porción de la Biblia que presenta este mismo razonamiento: "Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?" (Mal. 3:14). En el versículo siguiente, el pueblo de Israel dio como bienaventurados a los soberbios, porque, según ellos, "tentaron a Dios y escaparon." Sin embargo, el profeta Malaquías declaró lo que vio, y es que Dios tiene memoria y todos aquellos que piensan en su nombre son su especial tesoro. 
   ¿Quieres meditar un momento en cuál es el provecho de no pecar? No hay peores consecuencias que las del pecado en el ser humano. No hay más terrible futuro que el de aquellos que desafían a Dios en todo. Y tampoco hay mayor dicha que el corazón limpio, garantía de ver a Dios. El más grande gozo proviene de la obediencia, no de la sublevación. La profecía dice de Cristo "El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón." (Sal. 40:8). El salmista dijo: "Y andaré en libertad, Porque busqué tus mandamientos." (119:45). Pablo escribió a los Romanos "Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz." (8:6) ¡Cuántas personas hoy en día que pensaron que no tenía provecho servir a Dios, ahora son esclavos de las drogas, la bebida, el tabaco, el mal temperamento, el orgullo y de las pasiones malvadas! Mateo Enrique dijo: "El servicio al pecado es una perfecta esclavitud; el servicio a Dios es una perfecta libertad." 
    ¿De qué le sirvió a Lot abandonar el altar de Abram? ¿Pensó que no había provecho en servir a Dios? Pues terminó en Sodoma "afligiendo cada día su alma justa, viendo y oyendo lo hechos inicuos de ellos" (2 Pe. 2:8). 
    Hay otra verdad que Dios recordó por medio de Malaquías al pueblo que dudaba en servirle y que era tentado a imitar a los soberbios: "Porque yo Jehová no cambio" (3:6).  Haz un recuento en toda la Escritura de la fidelidad de Dios, su bondad para con sus hijos y la severidad para con los impíos. No hay lugar a dudas. Hay un gran provecho en no pecar.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
    
    

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