Vivimos en una sociedad que cree inconscientemente que podrá eludir siempre las consecuencias finales de una vida sin principios honestos. En algunos países una forma de esta inconsciencia tiene el nombre de "viveza criolla"que alguien ha descrito muy bien como "depredación oportunista, es decir, la prontitud para obtener máximo provecho a la mínima oportunidad, sin escatimar los medios a utilizar ni las consecuencias o perjuicios para los demás." Es un mal desagradable, pero es aún más fatídico cuando las personas aplican este mismo principio a las cosas espirituales; a Dios, y en última instancia a la eternidad.
No sería ninguna sorpresa que tú mismo razones de esta manera aunque lo niegues, máxime cuando estás leyendo esta meditación que es de carácter netamente espiritual. Fíjate, si usas de "viveza" para tratar al prójimo a quien ves todos los días ¿qué te hace pensar que no lo imaginas para con Dios a quien no has visto nunca?
El texto de hoy asegura que Dios, quien todo lo ve, finalmente sacará a luz la iniquidad del impío, o el pecado del pecador, si deseas una expresión más contemporánea. Y tú no serás la excepción. "Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta" (He. 4:13). Lo que tú has encubierto durante toda tu vida, finalmente el Juez de toda la tierra lo habrá de descubrir; sabe bien, entonces, que no existe posibilidad de enmiendas en ese lugar porque "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Heb. 10:27).
Dios descubrirá la iniquidad de tu religión, en la que confías como recurso final antes de morir; él descubrirá la iniquidad de tu infidelidad, aunque tu cónyuge nunca lo haya sabido. El Dios de todo saber descubrirá la iniquidad de tu orgullo cada vez que buscaste sobresalir por encima de tus compañeros. Descubrirá la iniquidad tu falsedad sentándote domingo tras domingo en la iglesia pero jamás sentándote a los pies de Jesús. Dios descubrirá eso y mucho más. Dios descubrirá todo.
¿Existe algo qué puedes hacer entonces? Sí. Puedes pensar ahora, en esta vida, cómo es que el mismo cielo que hará todo esto, ya hizo algo para prevenir este desastre eterno para tu alma, "porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." (Jn. 3:33,35). No te hagas "el vivo" sino ¡vive a través de Cristo quien vino a librarte de tus pecados! ¡Corre a él para que te de su vida!
¡Dios te bendiga!
-Biblia, mate y oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
No hay comentarios :
Publicar un comentario