miércoles, 7 de enero de 2015

REFORMA

"Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares de ti, y no consintieres que more en tu casa la injusticia" - Job 11:14

    El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define el vocablo reforma como "aquello que se propone, proyecta o ejecuta como innovación o mejora en algo." Es una buena definición porque expresa claramente la idea con dos conceptos que lo resumen, proponer y mejorar.  Si este es el fin que se persigue, diríamos que siempre es buena la reforma de algo porque la mejora hará más productivo lo que sea que se haya innovado. 
    Pero ningún reforma es tan relevante como la que tiene que ver con la espiritualidad del alma. Más allá de la falta de discernimiento de los amigos de Job en sus discursos admonitorios, Zofar expresa aquí una verdad que, si bien no hacía justicia a la presente situación de Job, no deja de ser un consejo divino registrado en las páginas de la Biblia que haríamos bien en examinar a menudo.
    Una reforma del alma es aquella que examina los hechos de su vida para descubrir vías de deterioro espiritual que afectan la totalidad de su relación con Dios y gran parte del entorno que le rodea.  Zofar habla de iniquidad en la mano; la palabra hebrea para mano es "yad" y entre tantos usos que tiene en la Escritura, poder y hacer son contados como válidos. Es desalentador ver como muchos de los que dicen haber sido transformados por la cruz de Cristo, mantienen en sus vidas conductas desagradables que no son otra cosa que iniquidades, un vocablo que en su sentido más profundo explica la característica de vida de aquellos que viven sin Dios. La reforma verdadera implica que tú "echas de ti" cualquier cosa que tengas en tu "poder y hacer" de cada día. Esto puede tener infinitas connotaciones, pero déjame sugerir unas pocas: ¿Qué acerca de tu vocabulario? ¿Es vulgar? ¿Utilizas palabras que "todo el mundo usa"? ¿Qué dices acerca lo que miras por internet? ¿Tienes que "borrar tu historial" a menudo porque sino...? ¿Qué pasa con tu espíritu compulsivo para gastar dinero inadecuadamente? ¿Mientes? Echa todas estas cosas de tu vida.
    Pero la reforma, cuando es genuina, afecta nuestro entorno más cercano puesto que es muy difícil ocultar de los que nos rodean las conductas que ya no son propias de tiempo atrás. Una de las maneras que hace más efectiva la innovación espiritual es declarar la guerra a todo lo que signifique consentir con la injusticia. Dejas la puerta entreabierta de tu corazón cuando juegas con la iniquidad y permites su paso fugaz por tu alma. No consientas con nada que a la luz de la Escritura sea peligroso para tu alma; deséchalo y vive en equilibrio en tu interior y en tu entorno exterior. Haz una reforma a menudo.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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