"Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre." - Salmo 118:8
Las opiniones varían sobre si este versículo de la Biblia es o no el versículo que se encuentra en el centro de la misma. Una serie de recuentos de los libros y capítulos que conforman la Palabra de Dios permiten llegar a esta conclusión, para muchos, asegurando que el salmo 118:8 es el centro exacto de la Biblia. Otros no opinan lo mismo y le dan el crédito a otro versículo cercano a este. La pregunta que cabe es ¿importa realmente si es o no es? La respuesta categórica es: No; en parte porque las divisiones de capítulos y versículos de la Biblia no estaban originalmente en el texto inspirado y porque la simetría de números y versículos de la Escritura no es lo que realmente nos debe importar.
Sin embargo, el texto sí contiene la verdad central de la Biblia y es esto lo que lo transforma en el centro de la misma; un lugar que ocupa con muchos otros versículos de la Biblia. Fíjate la certeza que pregona y que responde de manera simple pero ciertísima a la pregunta que taladra cada vez más en el corazón del hombre: "¿En quién confiar?" Y la Biblia eleva la propuesta de confiar en un hombre o en otro, a confiar en Dios o en el hombre. Una gran verdad, porque el teísmo y el humanismo siempre han estado en oposición mutua.
La Biblia comienza con el Génesis mostrando a Dios como Creador de todo y termina con el Apocalipsis mostrando al Señor Jesucristo como Soberano de todo. La humanidad siempre ha buscado reemplazar esto, "Seréis como Dios" (Gn. 3:5). Quizá alguien dirá: "¡Pero es que hay tantas religiones!" - pero no es así; básicamente hay dos: Una centrada en el hombre; la otra es centrada en Dios. Una se basa en el evolucionismo; la otra se basa en el creacionismo. Una es humanista; la otra es teísta. Y la única religión teísta y verdaderamente creacionista es el Cristianismo Bíblico que reconoce a Dios como Creador y Salvador, el Señor Jesucristo.
Entonces ¿en quién confiar? En Dios; pero en el Dios de la Biblia quien tomó forma de hombre, pero un hombre perfecto que entregó su vida para que pudiéramos encontrar el verdadero sentido de la vida y la eternidad y asegurarnos de estar por siempre "centrados en el centro." Jesús dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." (Jn. 14:6)
¡Dios te bendiga!
-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013
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