viernes, 8 de mayo de 2015

VIDA Y LUZ

"Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz." - Salmo 36:9

    Es esta una bendecida combinación que se observa a través de la Escritura, vida y luz. En Génesis y en Apocalipsis, de un extremo a otro de la palabra de Dios. En este salmo, David se detiene a confesar y proclamar el origen de ambas cosas. Dios es su autor y el sustentador de la vida y la luz. La naturaleza lo refleja absolutamente, pues todo lo que vemos se sostiene por ambas cosas de la misma mano de Dios. El proceso se repite una y otra vez día a día.
    Pero la Biblia es un libro espiritual y su interés es comunicar verdades espirituales y no científicas. Entonces, siendo el relato de la creación en Génesis un hecho verídico y tangible, naturalmente es utilizado por el Espíritu Santo para prefigurar una verdad mucho más importante que la material. Y no es sino hasta que Juan el evangelista lo expresa que no podemos considerar con asombro el glorioso mensaje que conlleva la vida y la luz de Dios. Jesucristo es el manantial de vida y es la luz con la que podemos ver. "En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres." (Jn. 1:4) El prólogo del evangelista claramente indica que la vida de la que se habla es tanto física como espiritual ya que los que la recibieron y la reciben, llegan a ser hijos de Dios. 
    Jesucristo es la luz que el hombre necesita; Juan continua diciendo, "Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo." (Jn. 1:9). ¿Y cuál es el lugar donde la luz que ilumina permite realmente ver?  Es el evangelio de Cristo, como Pablo lo expresa, "la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios." (2 Cor. 4:4). El evangelio es el manantial de vida  que ilumina el corazón del hombre pecador porque habla de Jesucristo, el Autor de la vida y la luz ocupando el lugar de los muertos espirituales y en tinieblas del corazón y mente. 
    No hay más necesidad de buscar en otro lugar, no hace falta tratar de iluminar la mente con razonamientos y filosofías rebuscadas. Quien halla a Jesucristo, obtiene vida y luz. Gozo y entendimiento, paz y seguridad. La cosmovisión del corazón se transforma desde un mórbido humanismo a una gloriosa confianza en la palabra de Dios, y no necesita más nada. Ha encontrado la fuente original: Jesucristo.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013

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