martes, 19 de mayo de 2015

TIEMPO PARA REEMPLAZO

"Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó." - 2 Samuel 21:15

   Aunque resulte difícil admitirlo, en todas las áreas de la vida llega el momento donde la vitalidad, el vigor y la dinámica dejan de poseer la misma intensidad que los primeros tiempos. Con David no fue distinto. Su cansancio tenía que ver con la pérdida de capacidad física en el arte de la guerra; ya no era el mismo. No era un cansancio espiritual porque aunque el "hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día."(2 Cor. 4:16).
    Con toda probabilidad dejar la armadura y las armas puede haber sido algo duro para David, sin embargo, era lo más sabio. "Llega un tiempo en que debemos dejar de lado las cosas menos importantes, para proteger las más necesarias." (Wiersbe) En este sentido, la persona del rey era más importante en el palacio y en el trono que en el campo de batalla expuesto a peligros innecesariamente. No se puede objetar la voluntad de David para salir a la guerra contra los archienemigos filisteos y menos su acción de involucrarse en la batalla; todo eso es loable, pero no fue suficiente. El pasaje nos dice que los siervos de David salieron con él. El contexto nos dice que fueron ellos quienes protegieron al rey de una muerte segura.
    Cuando ya no hay fuerzas para ciertas responsabilidades que antes pudimos cumplir con creces, no es sinónimo de flojera o falta de fidelidad sino quizá, el tiempo para delegar un lugar que otro ocupará con igual o mejor desempeño. Aprende a conocer tus límites, no rayes en la terquedad por no admitir que el tiempo pasa también para ti. ¿Hay otros para tocar la música en tu iglesia? ¿Alguien que asoma como un futuro maestro para la clase de niños? ¿Ves como otros pueden dirigir un Campamento con mayor dinámica de lo que tú lo has hecho? Pues entonces será tiempo para dar lugar a otros.
   Dios va a evaluar la calidad, no la cantidad. Dale gracias a él si has tenido las fuerzas suficientes para mantener el servicio tanto tiempo. Ahora agradece que él te haya sostenido y haya provisto para la continuidad de su obra.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013

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