"Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes." - Salmo 40:17
Cuando David escribió este salmo, quizá lo hizo bajo la opresión de su propio hijo Absalón que amenazaba su vida y su reinado, o en alguna situación similar y pudo entonces expresar el testimonio acerca de la victoria de la paciencia sobre la aflicción y la desesperanza. Estando en un pozo de desesperación terminó con sus pies emocionales sobre una firme roca y cuando su boca estaba llena de lamentos, Dios puso un nuevo cántico de alabanza.
Claro que sus circunstancias cambiaron luego, pero este salmo finaliza con una nota de adoración y certeza que dejan muy en claro que en ocasiones futuras, no importa cómo se sintiera David, él estaba seguro que Dios no cesaría de pensar él. Para dar peso a su convicción, él utilizó dos palabras que describen una situación extrema y en la cual, no obstante, Dios estaría al tanto de su persona. David sabía que Dios pensaría en él aún estando "afligido"; esta es una palabra hebrea que significa: "depresión de ánimo o a causa de circunstancias" y juntamente con este vocablo utilizó "necesitado", que en hebreo es "destituido, en especial, emocionalmente".
¿Estás o has estado en esta condición? Deprimido y destituido anímica y emocionalmente. Tu piensas quizá, "Yo soy un hijo o hija de Dios y vivo en esta condición, ¿cómo es posible?" David no nos dice cómo es posible que esto ocurra, sólo dice que ocurre. Mas luego de considerar el pronto y milagroso auxilio de lo alto, su seguridad final se fundamentó en el conocimiento de una cualidad de Dios: Pensar; y para esto, el Espíritu Santo le inspiró a utilizar un término arameo que significa que Dios "considera, evalúa y opera de acuerdo a su plan no importando las circunstancias presentes pues no afectarán sus propósitos."
Ahora, pon todo sobre la mesa y observa cómo David pudo salir victorioso: "Cuando estoy en depresión de ánimo o con situaciones adversas, cuando me veo destituido emocionalmente, es entonces cuando sé que Dios está evaluando y obrando conforme a lo que ha preparado para mí y sé que nada podrá detener su mano bondadosa para conmigo."
Con razón David pudo decir al inicio, "Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza..." (v.4). No leas salmos por una cuestión emocional, léelos porque reflejan el plan de Dios para tu vida también.
¡Dios te bendiga!
-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013
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