viernes, 5 de junio de 2015

QUEL BEAU PARFUM! (Fr. - ¡Qué bella fragancia!)

"He adornado mi cama con colchas recamadas con cordoncillo de Egipto; he perfumado mi cámara con mirra, áloes y canela." Proverbios 7:16-17
"Camino al Seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte." Proverbios 7:27

    He aquí las dos caras del pecado, la falsa y la verdadera. Satanás nunca da lo que promete y mientras la sensualidad del pecado se muestra con toda su falsa apariencia como lo más agradable y simbólicamente perfumado, el destino hacia donde conduce a sus practicantes no es otra cosa que la muerte. No es ninguna sorpresa que siempre, desde los inicios del pecado en el mundo éste se ha mostrado agradable a todos los sentidos pero con el único propósito de destruir el corazón y el alma del hombre.
    Así se lo observa por todos lados, con sus cámaras "adornadas y perfumadas"; pero es una mentira que oculta la putrefacción de la muerte y del infierno. En cada oportunidad que Satanás ofrece sus servicios y placeres lo hace primero pasando por la perfumería de la hipocresía y el vestuario de la astucia. No importa cuánto se lo disfrace y se acicale; nunca puede ocultar su fealdad. No importa todo lo que la tentación ofrezca, aprende a mirar más allá de lo externo y descubrirás su verdadera apariencia. 
    Quienes sucumben ante su falso atractivo son como el buey que va al degolladero (no hacia verdes y jugosos pastos); como el necio a las prisiones para ser castigado (no al trono para ser honrado), y como el ave que cree que nadie puede estorbar su vuelo libre (pero muere traspasada por la flecha) (vs 22-23). No existe ninguna otra protección segura contra los engaños y artimañas del pecado que no sea prestar atención a la voz de Dios, "Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca." (v. 24). Nuestro Salvador, el Señor Jesucristo nos dejó el mejor ejemplo cuando, siendo tentado, dijo al diablo: "Escrito está...", y lo venció; y luego, en la próxima tentación respondió: "Escrito está también..." (Mt. 4:4 y 7). No pruebes sustitutos, siempre desenmascara el pecado con la Palabra de Dios y descubre su verdadero perfume: Olor a muerte.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013

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