jueves, 18 de junio de 2015

TÉ DE CHANCLETA

"La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre." - Proverbios 29:15

    "Ese niño precisa un té de chancleta"  - solía decir alguien cuando observaba a un niño o niña que mostraba indisciplina y desobediencia a sus padres - en alusión al uso de la chancleta para la corrección del niño (Chancleta: palabra para referirse al calzado que en otros países latinoamericanos se conoce también como "sandalias o chinelas"). Cierto es que no todos los niños son iguales y hay algunos que responden favorablemente a la corrección verbal. Pero el hecho de que la palabra de Dios haga mención de la vara y la corrección en contraste con la vergüenza que vendrá sobre la madre (y el padre también) cuando no se utiliza, es razón suficiente para que sepamos que no es un asunto opcional.
    La palabra "consentido" es un vocablo hebreo que comunica la idea de "dejar a merced de la opinión y decisión personal", un asunto que a todas luces es claro que no puede hacerse con ningún hijo; y sin embargo las sonrisas y la fiesta que le hacen muchos padres a sus hijos pequeños que les pegan en la cara cuando no quieren la comida o cuando los mandan a dormir, no es otra cosa que la "Escuela del Consentimiento", y no la que concede la sabiduría de que habla el texto de hoy.
    La sola mención de la vara infunde una idea de "trato cruel" en muchos padres cristianos. Tal pensamiento está lejos del concepto bíblico del uso de la vara. Un sólo pasaje de la escritura será suficiente para erradicar semejante error de concepto. "Tu vara y tu cayado me infundirán aliento." (Sal. 23:4). ¡Oh!, es claro que nos anima leer este salmo y pensar en el trato amoroso y cuidadoso de Dios para no dejarnos a merced de nuestra opinión y decisión personal  tantas veces; pero cuando se trata de disciplinar a los hijos, pareciera que la vara se transforma en una especie de elemento de tortura que no cabe en el vocabulario de un creyente. ¡Qué error!
    "Ten por cierto - dice el pastor Hopkins - que la cantidad de varas que has sido negligente en usar en las nalgas de tu hijo, las mismas vendrán sobre la espalda de tu necedad; porque aquellos que rehusan castigar a sus hijos, verán el castigo de Dios con vergüenza en sus propias vidas." No es la única vez que Salomón exhorta de esta manera; recuerda: "La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él." (Pr. 22:15). Y si esto fuera poco, el sabio rey añadió palabras cuya solemnidad deben cerrar la boca de cualquier padre que tenga "lástima" de castigar a sus hijos cuando lo merecen: "No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol."(Pr. 22:13-14). 
    "Si alguna penuria será mayor que otra en el infierno será oír a tu hijo decir: Papá, mamá: Tu me trajiste acá." - Robert Murray M'Cheyne. 
    Padre y madre, no se trata de lo que tu sientas, se trata de lo que Dios dice y la obediencia a su palabra es el inicio de una vida feliz y fructífera para ti y para tus hijos. ¿Un tecito?

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013
    

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