domingo, 14 de junio de 2015

REPÍTELO TODAS LAS VECES QUE QUIERAS

"Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia." - Salmo 136:1

    Cuando el Espíritu Santo quiso dejar una expresión repetida en la escritura, lo hizo con esta hermosa frase "Porque para siempre es su misericordia." Veintiséis veces lo reitera este salmo pasando por toda la historia de la nación de Israel. En su original hebreo el vocablo aparece unas 240 veces en el  Antiguo Testamento, especialmente en los salmos; de los cuales el 136 es el que más la utiliza y el que mejor la define ya que es uno de los términos más importantes en el vocabulario de la teología y ética del Antiguo Testamento. 
    En particular, lo que este salmo destaca de la misericordia de Dios es su cualidad eterna -"para siempre" - como lo son todos los atributos o perfecciones de Dios porque el ser eterno es la esencia del Creador. El hecho de que el salmo 136 haga una recorrida de la revelación de Dios desde la creación y a través de la historia de la nación de Israel mencionando la misericordia de Dios en cada texto, es una indicación de que este es un atributo que opera en un sentido fundacional en todo lo que Dios hace (sus acciones) y lo que es (su carácter). 
    Creó los cielos y la tierra por su entera misericordia, que existía antes que ellos mismos, por siempre. Y Dios continuó haciendo todo por la misma razón. El abanico completo en la manifestación de la misericordia de Dios abarca desde la creación, la redención, la preservación y el permanente establecimiento de la misma en todo cuanto hace. Todo ocurrió, ocurre y seguirá ocurriendo por la misma razón: "Porque para siempre es su misericordia."
    La mayor evidencia de la misericordia de Dios fue pregonada por boca del anciano Zacarías, padre de Juan el Bautista cuando, hablando del Mesías por nacer dijo: "Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz." (Lc. 1:78-79). Sí, Dios es rico en misericordia, y Jesucristo es lo más profundo de ella en el corazón de Dios. No dejes de repetirlo en cada día de tu vida: "Para siempre es su misericordia."

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013
    

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