martes, 29 de septiembre de 2015

LA MANZANA PODRIDA

"Mas a todo esto, yo no estaba en Jerusalén, porque en el año treinta y dos de Artajerjes rey de Babilonia fui al rey; y al cabo de algunos días pedí permiso al rey para volver a Jerusalén; y entonces supe del mal que había hecho Eliasib por consideración a Tobías, haciendo para él una cámara en los atrios de la casa de Dios. Y me dolió en gran manera; y arrojé todos los muebles de la casa de Tobías fuera de la cámara, y dije que limpiasen las cámaras, e hice volver allí los utensilios de la casa de Dios, las ofrendas y el incienso" - Nehemías 13:10-11

    Suele ocurrir, y por alguna razón sabemos que el dicho tiene fundamento; "una manzana podrida echa a perder todas las demás", y porque los buenos hábitos se pierden más fácilmente que como se los gana, entonces es todavía más necesario prestar atención en el ámbito espiritual. Al final del libro de Nehemías tenemos un ejemplo de esto, porque el gran avivamiento de capítulos 8-10 con todos sus resultados, pronto quedó en el olvido en Jerusalén durante los siete a doce años de ausencia del gobernador. La condición en que encontró a la ciudad y al pueblo se puede definir con una sola pregunta hecha por Nehemías, "¿Por qué está la casa de Dios abandonada" (13:11) 
    ¿Cómo comenzó todo? Cuando se permitió a Tobías amonita vivir en el mismísimo templo. No solamente un descendiente de Amón tenía libertad entre el pueblo, sino que estaba dentro de la casa de Dios. Amonitas y Moabitas jamás entrarían en contacto con el pueblo de acuerdo a la ley de Moisés. Pero con su morada en el corazón de Jerusalén, la manzana podrida echó a perder el resto y todo se degeneró con un solo objetivo: Dejar en abandono a la casa de Dios. ¡Bueno! - dirás- ¡un poco más de paciencia y consideración!, fueron muchos años sin un líder. Falso. Durante la ausencia de Nehemías, Dios envió al profeta Malaquías quien amonestó al pueblo sin cesar, especialmente en el abandono de la casa de Dios (ver Mal. 1:6-14; 2:1-9 y 3:6-12)
   Pero ¿dónde empieza la reforma y la limpieza y la recuperación de lo perdido? Cuando el dolor ocupa el lugar de la negligencia. Nehemías así lo vivió, "me dolió en gran manera" -dijo al comenzar a poner todo en orden. Luego siguió con la misma vehemencia haciendo lo que debía hacer. El resto del capítulo sólo nos hace pensar en dos pasajes del Nuevo Testamento; Jesús haciendo azote de cuerdas y limpiando el templo y las palabras de Pablo a los efesios,"airaos pero no pequéis" (Ef. 4:26). ¿Has considerado esto; cuán poco dolor hay en la iglesia del Señor hoy en día y cuántos asuntos pequeños se entremeten para destruir lo que otrora fuera un avivamiento genuino en sus soldados?  ¿Tú qué piensas, qué permites en tu hogar y tu vida privada que debilita los valores bíblicos más y más? 
    Comienza con una sola manzana, luego dos, tres, cuatro... hasta que todo el cajón se echa a perder. ¡Regresa Nehemías a tu iglesia! ¡Pon en orden nuestras vidas para que la gloria de Dios brille una vez más en tu pueblo!

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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