"Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad." - Daniel 12:3
Los acontecimientos finales para el pueblo judío en la segunda venida de Cristo se hallan descritos en estos últimos capítulos del libro de Daniel; sin embargo, como con toda la escritura, hay principios y verdades que trascienden los sucesos originales para los cuales fueron escritos en primer lugar. Tal es el caso del texto del día de hoy. Dios recompensará a quienes sean entendidos en la verdad de Dios como también porque su entendimiento se hará evidente en una enseñanza de justicia que será impartida a la multitud.
La recompensa será tan indiscutible que el hecho se compara al firmamento y a las estrellas que resplandecen en la oscuridad de la noche. De todo lo que quisiéramos destacar en la eternidad en cuanto a lo que habremos hecho mientras estábamos en el cuerpo; Dios dejó en claro a Daniel que los qué más le importa es que halla personas que poseen entendimiento en la obra sublime del Evangelio y el plan de Dios en general, y que serán responsables de predicar este camino de justicia a los pecadores sin Cristo.
Piensa en tu profesión, o tus habilidades u oficio; considera cuántas horas de tu vida ya has invertido en lo que haces día tras día, semana tras semana, mes tras mes y año tras año; ¿qué provecho eterno le has dado a las circunstancias en las que te han tocado vivir de acuerdo a la providencia divina para contigo? ¿Has usado tu entendimiento del evangelio para compartir la justicia de Cristo con otros? Es claro que no todos los hijos de Dios serán pastores o misioneros en el sentido exacto del término; pero todos los creyentes deben hacer un trabajo pastoral y misionero en donde Dios los ha colocado. Tienen "obras que Dios preparó de antemano" (Ef. 2:10) y que incluyen predicar el evangelio a toda criatura. Hay una recompensa llena de luz para los que enseñan a otros el camino de la cruz y del perdón de pecados.
¿Conoces al Salvador? ¿Tienes ya su perdón? Entonces enseña a otros cómo pueden ser perdonados, háblales del que es "el camino, la verdad y la vida" (Jn.14:6) Brillarás y resplandecerás. Es una recompensa asegurada. Recuerda las palabras del himno que dicen:
"¿He de ir sin ningún fruto?
¿He de ver a Cristo así?
Con el tiempo malgastado
¿he de presentarme allí?"
¡Dios te bendiga!
-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
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