domingo, 27 de septiembre de 2015

PERSEVERANCIA Y GRATITUD

"Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días. Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros, y se sintieron humillados, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra." - Nehemías 6:15-16

    Cincuenta y dos días. Entre dos y medio y cuatro kilómetros de material edificado. Nueve meses pasaron desde que Nehemías oyó de su hermano Hanani la noticia del estado vergonzoso de Jerusalén hasta que se terminó el muro. Cuatro meses de preparación desde que Artajerjes supo por boca de su copero el plan de acción para restaurarlo y hasta que salió de Susa para llevarlo a cabo. Dos meses de espera desde su arribo a Jerusalén y hasta el comienzo de la construcción. Pero llegó el día y la obra fue finalizada y si hay una palabra que puede describir a Nehemías en todo este tiempo, ella es la perseverancia. 
    Se aprecia mucho más el valor de esta cualidad cuando recordamos que para lograr su objetivo debió convencer al rey de hacer una obra que implicaba revertir un decreto que hacía años había prohibido la reconstrucción de la capital judía. Llegando a Jerusalén tuvo que idear un plan y motivar y convencer al pueblo para llevarlo a cabo. Iniciada la obra sufrió ataques violentos de enemigos, complots, rumores; luchó contra el ridículo y persistió a pesar de que su propia gente noble oprimió a los más pobres en medio de la obra. Pero Nehemías no cedió un milímetro y terminó su trabajo.
    Ahora, cuando él miró el trabajo terminado, cuando entendió cómo los enemigos fueron humillados y todos los obstáculos vencidos; entonces dio el crédito absoluto a Dios - "conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra"- La verdadera perseverancia para el servicio espiritual proviene de Dios y no de la capacidad humana; la honra de su nombre y el reconocimiento de su obra es el resultado natural y esperado. ¿Has estado luchando por algo y orando en todo el proceso para lograrlo y al final te sentaste para recibir el crédito que le pertenece sólo a Dios? Una de las más grandes frustraciones que puede haber es la fatalidad de comenzar bien y terminar mal. Ten cuidado de que eso no te ocurra; mira e imita el ejemplo de Nehemías y de Pablo quien dijo: "Con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús." (Hch. 20:24)

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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