lunes, 16 de noviembre de 2015

HACIENDO Y DICIENDO

"En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar" - Hechos 1:1

    Sólo el Espíritu Santo podía dejarnos una introducción tan simple y a la vez poderosa y convincente sobre cómo era recordado Jesús en su vida y obra al inicio del libro de los Hechos y que registrará la continuidad de esas mismas obras, pero en la vida de los apóstoles. Cuando Lucas comenzó su segundo tratado dirigido a Teófilo, fue inspirado a mencionar a Jesús como alguien que hizo y dijo, un detalle extremadamente importante ya que es un asunto indiscutible para cualquier persona que desea que sus palabras sean tenidas en cuenta, que su vida respalde lo que dice con sus propios hechos. Cuando Jesús acusó a los líderes religiosos, advirtió sobre la hipocresía de los fariseos y dijo, "todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen" (Mt. 23:3) No se discute, los hipócritas escriben con la mano y borran con el codo. 
    ¡Qué tragedia es cuando la iglesia del Señor se conforma de habladores, actores y parlanchines que solamente entorpecen el testimonio del evangelio! El pastor Charles Stanley dijo una vez que hay tres letras "C" que son suficientes para describir lo que otros están observando en un cristiano. En primer lugar la Conducta, es lo que se ve inmediatamente. Luego sigue el Carácter, la manera de ser de la persona; y finalmente la Conversación, es decir las palabras de tal individuo. Nunca funciona a la inversa y si la conversación va primero, siempre se espera que la conducta y el carácter la autentiquen o la desvaloricen.  La vida de Jesús fue un ejemplo sublime de palabras con apoyo de vida, y su acción más sublime que fue dar su vida en la cruz le dio a sus palabras un eterno significado y valor. Cuando los dos discípulos del camino de Emaús recordaron la vida de Jesús, dijeron, "Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo." (Lc. 24:19) También fue el caso del sacerdote Esdras quien "había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos" (Esd. 7:10)
   ¿Y qué pasa contigo? "Siempre debes tener en cuenta que el "hacer" va primero que el "decir", porque el cristianismo es principalmente una vida y no una serie de enunciados. La enseñanza sigue luego, porque "la vida es la luz de los hombres" (Thomas) Somos llamados a proclamar el evangelio, a abrir nuestros labios y comunicar la verdad de estas buenas nuevas, pero es necesario velar también porque nuestras propias vidas sean un apoyo vivo y contundente de las palabras que decimos ya que esta es la voluntad de Dios para nosotros, "Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos" (1 Pe. 1:15). Ya hay suficiente incredulidad y excusas en los corazones de los hombres por causa de su ignorancia de Dios, no les des más argumentos con una vida que contradice tus palabras. Que nunca tengan que decirte, "Lo que tu haces habla tan fuerte que no me permite oír lo que dices."

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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