sábado, 21 de noviembre de 2015

¿QUIÉN HAS DICHO QUE LO HIZO?

"Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles" - Hechos 14:27

    Está allí a flor de piel y a la puerta de nuestros labios siempre; surge naturalmente como la salida del sol cada mañana, está en todos los corazones de los hombres desde que nacen. Es la inclinación natural al deseo de recibir el reconocimiento ajeno, el crédito por el esfuerzo y la gloria por los logros obtenidos cualquiera sea el ámbito al que se refiera. Pero algo ocurre cuando la regeneración se lleva a cabo en un ser humano; una nueva intención es parte del alma y el Espíritu de Dios inclina la balanza del corazón hacia la necesidad de darle a Dios el lugar que le corresponde por cada acto realizado en su nombre. 
    Pablo y Bernabé regresaban de lo que fue un primer viaje misionero exitoso bajo la comendación de la iglesia de Antioquía; el ministerio realizado bajo la dirección y guía del Espíritu Santo incluyó la predicación del evangelio en Chipre, atravesando toda la isla (Hch. 13:4-6); la reprensión y juicio espiritual sobre la vida de un mago que estorbaba la predicación del evangelio (7-11); la conversión del procónsul de la isla (12); una extensa exposición de las escrituras en Antioquía de Pisidia que dio como resultado la conversión de muchos y la posterior consternación de toda la ciudad (14-52). También disfrutaron de la conversión de muchos en Iconio por la palabra y la manifestación milagrosa (14:1-4); padecieron persecución por causa del Señor (5-7); efectuaron una sanidad increíble a un hombre que jamás había caminado en su vida (8-10); resistieron la falsa atribución que les hicieron de ser deidades mitológicas y persistieron entre la multitud exhortándoles a dejar esas vanidades (11-18); y finalmente un duro apedreamiento sobre Pablo no impidió que siguieran anunciando el evangelio, confirmando a los hermanos e incluso establecer ancianos (19-23). Cuando regresaron a su iglesia en Antioquía ¿qué podrían decir? ¿acaso no habría lugar para un poco de crédito personal por todo lo realizado? Nada de eso, los hombres enviados por el Espíritu Santo dan la gloria a Dios confesando que él obró a través de ellos.
    Años más tarde Pablo escribiría a los Corintios, "Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido?" (1 Cor. 4:7); y más adelante "antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo" (15:10) Es triste, molesto y desagradable cuando cualquiera que ha dedicado tiempo, dones, dinero o lo que sea para el servicio del Señor, luego se atribuye la gloria, la honra y el reconocimiento que solamente le pertenece a Dios; "Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria"... (Is. 42:8) ¿Acaso eres tu uno de los que espera oír tu nombre en un culto de adoración, o al final de un campamento, o de parte de otros hombres como quien debe ser reconocido públicamente? ¿Añoras ese tipo de espectáculo? ¿Quieres que todos sepan que tú hiciste esa hermosa cartelera en el templo? ¿que tú fuiste quien pintó los bancos tan prolijamente? ¡Qué pobre eres y qué desdichado si es así! 
    Ninguna otra mejor recomendación hay para individuos de esta clase que la que el mismo apóstol Pablo dio a la iglesia de Colosas en dos oportunidades, "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él." (3:17); "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres" (3:23); a los Corintios también, "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Cor. 10:31); y luego el apóstol Pedro, "Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén" (1 Pe. 4:11)

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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