viernes, 27 de noviembre de 2015

LA PÁGINA IMPORTANTE

"Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis" - 1 Tesalonicenses 3:4
"tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis" - 2 Tesalonicenses 1:4

    Te compras un libro, y en tu entusiasmo por comenzar a leerlo puede que tengas la tentación de pasar por alto esa o esas páginas que tienen como título, "Prólogo"; ese texto que el autor u otro ha escrito con el fin de orientar a los lectores en lo que será el contenido del resto de la obra. Créelo o no, te ayudará a ahorrar tiempo en la comprensión de todo lo que viene después.  Cuando Pablo estuvo con los nuevos convertidos de Tesalónica y mientras permanecía con ellos les advirtió qué clase de circunstancias eran las que atravesarían por ser cristianos. La palabra que se traduce en castellano como "predecir" es el griego "προλέγω : prolégō" (prólogo) y expresa adecuada y eficazmente el mensaje que los tesalonicenses y todos los creyentes necesitan recordar: La tribulación no es un asunto opcional para los hijos de Dios. 
    Cuando Pablo y Bernabé regresaban de su primer viaje misionero a su iglesia local, visitaron a los hermanos de varias ciudades "confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios" (Hch. 14:22). Jesús también lo dijo a sus discípulos y les habló acerca de "cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra" (Mr. 4:17); y comenzó su sermón del monte incluyendo el tema en las bienaventuranzas, "bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mt. 5:10). De manera que Pablo hizo bien en darles a "leer" este prólogo a los hermanos de Tesalónica; porque cuando un hombre o una mujer pasan de las tinieblas a la luz y de la potestad de Satanás a Dios, comienza una batalla espiritual ineludible que no finalizará hasta que el creyente esté en la presencia de Dios. 
    Unos pocos meses después, Pablo escribió nuevamente a los hermanos y les expresó su gozo por el ejercicio de la fe y la paciencia que ellos tenían en todas sus persecuciones y tribulaciones que soportaban airosamente. De modo que los pasajes de hoy nos dan el prólogo de nuestra vida espiritual y asimismo las armas que permiten soportar productivamente aquello que es imposible evitar por causa de nuestra identificación con Cristo. ¿Cómo vas llevando tu cristianismo? ¿Te desaniman las tribulaciones? ¿Nunca te dijeron que esto era inevitable? Te conviene leer la página del prólogo otra vez, "En el mundo tendréis aflicción" (Jn. 16:33b) y pensar en las promesas, "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" (Ro. 8:18) 

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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