"Después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están" - Hechos 15:36
Vivimos en un mundo donde todas las personas piensan en sí mismas y en sus propias necesidades; la marcada inclinación al egoísmo y al cuidado y provecho personal se hacen evidentes en todos los ámbitos y conjuntos de la sociedad; familia, amigos, trabajo, etc. Esta es una de las áreas más remarcadas donde el cristianismo bíblico demuestra la distinción que lo caracteriza como único ejemplo de la vida de Dios en él, es decir, el interés en el prójimo. El apóstol Pablo consideró una necesidad conocer el estado y la condición en que se hallaban los nuevos creyentes; su ministerio de predicación del evangelio indicaba cómo amaba a Dios con todo su corazón, con toda su alma, mente y fuerzas. Pero su preocupación por los hermanos en todo lugar donde llevaron la palabra, eso mostraba que amaba a su prójimo como a sí mismo.
La expresión del apóstol es sencilla y a la vez profunda; sencilla porque muchos creen que si no tienen algo que dar o decir o compartir con los hermanos, entonces es mejor ni aparecer o no molestar. Pero Pablo simplemente quería saber cómo estaban ellos, es una preocupación tan básica que merece ser destacada y recordada, porque no hay una sola persona que no aprecie que otro le pregunte sinceramente cómo está, cómo se siente, cómo le ha ido, etc. También era una expresión profunda la del apóstol porque él deseaba "ver" cómo estaban, y eso indica la necesidad de observación presencial, no solamente adquirir conocimiento sino mirar para tomar pasos de acción conforme a las posibilidades lo requieran. ¿Qué vería Pablo? ¿Necesidad de ánimo, de exhortación o de estímulo, o de corrección? ¿Acaso vería necesidades físicas, emocionales, o de alguna otra índole? La presencia de alguien preocupándose por otro siempre es un paso importante para el desarrollo espiritual del prójimo.
¿Cuánto hace que formas parte de una congregación y sólo vas siempre esperando recibir algo de otros? ¿Has pensado en la importancia de dar, de preocuparte por los demás? Algunos siempre están esperando que otros piensen en ellos, pero nunca se ocupan de pensar en los demás. La tecnología de hoy en día nos permite incluso la facilidad de enviar un SMS ("Short Message Service" o "mensaje de texto") a cualquier persona. Un simple "¿qué tal? ¿cómo está?", puede ser de gran ayuda para otros que lo necesitan. Sí, es más bienaventurado dar que recibir (Hch. 20:35), y se puede comenzar con una simple pregunta o acercamiento que involucre interés en la situación del prójimo. Esta es una de las marcas que hace del cristianismo la diferencia con cualquier religión, "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" (Jn. 13:35). Anda, ve a cargar crédito y manda ese mensaje de texto que alguien está esperando recibir de ti.
¡Dios te bendiga!
-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
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