"Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre" - Mateo 24:36
Te habrás percatado en alguna oportunidad, que eventos de gran envergadura que han de llevarse a cabo, como los Juegos Olímpicos o la Copa Mundial de fútbol, poseen un sitio en internet donde al entrar se puede observar un reloj y calendario que marcan una cuenta regresiva acercándose paulatinamente al momento de inicio del acontecimiento promocionado. De manera que cualquier persona puede saber con exactitud cuándo sucederá lo que se espera con tanta anticipación.
Luego de la venida de Cristo a este mundo para dar su vida en rescate por muchos, el próximo y más importante evento futuro será su regreso en gloria. De su primera venida se nos dice que "los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos." (1 Pe. 1:10-11) Sin embargo, de su segunda venida el mismo Señor Jesús dijo que no hay registro alguno de fechas u horarios sino que es un asunto soberanamente conocido por el Padre. Incluso luego de su resurrección el Señor dijo a sus discípulos que no les tocaba a ellos conocer "los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad" (Hch. 1:7)
Lo que sí es cierto tanto en su declaración de los evangelios como en el libro de los Hechos de los apóstoles, es que el Señor buscaba que sus discípulos consideraran ser testigos de él e hicieran de "la fidelidad, la vigilancia, la mayordomía, la esperanza y la preparación" (MacArthur) su meta y mayor objetivo. A medida que el tiempo transcurre son muchos los que hacen de los eventos futuros en cuanto a la venida de Cristo un tema de peligrosos vaticinios y falsas predicciones; pero quienes aman a Dios deben tomar su palabra revelada con temor y reverencia, mientras mantienen el testimonio del evangelio de forma clara y constante y resisten la ola de tentaciones que busca empañar la gloria de Dios en sus vidas como testigos de Jesucristo.
No hagas cálculos ni especulaciones, pero ocúpate en obedecer lo que está revelado y deja lo que no lo está en las manos soberanas de Dios.
¡Dios te bendiga!
-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
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