domingo, 22 de marzo de 2015

CUIDADO CON EL SOBREPESO

"Pero engordó Jesurún, y tiró coces (engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo hizo, y menospreció la Roca de su salvación." - Deuteronomio 32:15

    Cuando Dios bendijo a la nación de Israel a través de todos sus beneficios espirituales y materiales, ellos pasaron de ser un pueblo esclavo, débil y nómade, a ser una nación libre, fuerte y con territorio propio prometido centenares de años antes. Recibieron de Dios mucho más de lo que imaginaban con incesantes muestras de gracia, amor, bondad y misericordia. Tuvieron seguridad y saciedad tan abundantes que estas se transformaron paulatinamente en todo lo que les importaba. Engordaron de tal forma que las gratificaciones de sus apetitos los volvieron insensatos, descuidados y absolutamente jactanciosos. Y no solamente vivieron para sí mismos no teniendo en cuenta a Dios, sino que la consecuencia de tal condición fue la adopción de una postura de soberbia e insolencia para con la Roca de su salvación,  dando coces como animal desacostumbrado al yugo, menospreciando y persiguiendo a los profetas que de parte de Dios les amonestaban.
   ¡Qué imagen tan contemporánea es esta de tantos que bebieron con prodigalidad del río de las bendiciones de Dios! Fueron rescatados de su vana manera de vivir, librados de una condenación eterna, pero engordaron el intelecto espiritual solamente para sentirse seguros por las promesas de la gracia divina y comenzaron a descuidar los verdaderos valores del alma como es el disfrutar de una comunión diaria, fresca, renovada y personal con el Señor Jesucristo. Biblias cerradas por no hallar deleite ya en sus verdades o en sus historias con ejemplos vivos para imitar. No más oración, no más comunión con los hermanos, sino un argumento engreído de "Yo no me congrego pero honro a Dios de todas maneras en mi casa"
     O bien se acostumbraron a patear y menospreciar al Salvador, teniendo en poco la enseñanza, argumentando todas las exhortaciones pastorales y de los maestros de la congregación, "Pastor, ¿y qué me dice de fulano y de mengano? ¿Por qué siempre me llama la atención cuando enseña?" Sobrepeso de grasa mundana y filosofía terrenal que pretende suplantar las promesas más sencillas y gloriosas del evangelio. ¡Ay de ti, si eres uno de los tantos que creen que no caminan porque han hecho ya mucho por Cristo y no se dan cuenta que lo único que los ha detenido es el peso de la indulgencia y la satisfacción de sus obras hechas para su propia gloria y reconocimiento. ¡Te olvidaste del Varón de Dolores! ¡Mala memoria de tu alma que sólo ha acumulado soberbia y saturación egocéntrica dejando de lado a Jehová-Jireh (Dios proveerá - Gn. 22:14)! No hay mejor exhortación que la misma escritura "Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder"(Pr. 1:32)
    Vuelve tu alma y corazón a la Roca de tu salvación, y aplica la recomendación del profeta Oseas  a tu propio espíritu, "Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios." (Os. 14:2).

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013


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