domingo, 15 de marzo de 2015

IMITACIÓN FATAL

"Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios... no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños... En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis." - Deuteronomio 13:1, 3-4

    Ocurrió en los días de Moisés, personas que reclamaron tener poderes espirituales especiales, milagros, profecías, revelaciones y señales. El pueblo debía estar preparado. Si no era por medio de la idolatría, podría ser por medio de la imitación que terminarían apartándose de Dios y cediendo ante las prácticas paganas. El poder que tiene la imitación es sorprendente; en el ámbito  comercial, económico, sentimental, etc. Y en el plano espiritual, no es menor. Como aconteció en los días de Israel, también sucede hoy en día; imitadores de asuntos espirituales con capacidades convincentes que superan nuestra imaginación, incluyendo apariencia de piedad, altruismo y una gran eficacia de convocatoria que difícilmente será vista como espiritualmente nociva para el alma. 
   Pero a corto o a largo plazo llega la verdad. A corto plazo, cuando los falsos maestros son descubiertos aquí, y a largo plazo cuando en la eternidad, ante el Juez Eterno darán cuenta tanto los mentirosos como los que siguieron la mentira. 
    ¿Pero es que acaso no hay forma de ser advertidos, protegidos o liberados de toda la mentira encubierta bajo una máscara de piedad? Por supuesto que sí. Moisés se lo dijo a Israel "guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz", esto es, la voz de Dios, su Palabra. Fidelidad a la palabra de Dios es el único antídoto seguro contra el engaño y la imitación espiritual. Mientras haya afinidad absoluta con la revelación de Dios e interpretación correcta de la misma, entonces la verdad brillará y el error no quedará oculto. 
    Ten cuidado lo que oyes, donde lo oyes y cómo lo oyes. Estamos rodeados de impostores, predicadores fraudulentos, que son como las golosinas: Engañan el estómago, pero no alimentan. Así también quienes no toman en serio la Biblia para leerla, o enseñarla o escucharla correctamente, engañan los corazones y destruyen el alma tal como lo dijo el apóstol Pablo a los Romanos, "Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos." (16:18).
    Busca un lugar donde se predique la Biblia, donde se interprete la misma y donde la implicación de su enseñanza no te desvíe de honrar a Dios ni de servirlo, sino por el contrario te motive a conocerlo y amarlo cada día más. No puedes evitar a los falsos maestros, pero sí puedes recurrir a la Palabra de Dios para que los descubra y los anule de tu lista de predicadores recomendados.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013



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