"...y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios..." - Deuteronomio 17:19
Quienes se califiquen así mismos como cristianos no pueden evitar la Biblia. Son dos términos indivisibles y no se pueden disociar sin que el uno o el otro quede diezmado de su verdadero significado. Los cristianos necesitan la Biblia y la Biblia define a los cristianos. ¿Es esto tan importante? Lo es.
La Biblia misma describe de varias maneras su propósito e importancia a través de diferentes facetas y expresiones que apuntan todas a un mismo fin: El conocimiento de Dios para la seguridad de la vida eterna. En Deuteronomio 17:19 hallamos una de estas expresiones, cuyo mensaje comunica que el aprendizaje del temor de Dios es uno de los propósitos por el cual la lectura de la Palabra de Dios es enfatizada en sus páginas. En este versículo estamos en presencia de un mandamiento para un monarca, pero también seguros de que el aprendizaje del temor de Dios no está confinado sólo a los reyes sino a todo ser humano.
Lamentablemente, están aquellos quienes, llamándose cristianos no pueden describir ni el término ni la historia del mismo. Su insistencia en su cristianismo por tradición familiar es proporcionalmente directo a su ignorancia diaria de la Biblia.
También tenemos que considerar a quienes la leen esporádicamente, por religiosidad y no por necesidad, sólo porque hallan en algunos salmos palabras que los alientan justamente porque buscan la Palabra de Dios al estar en aflicción o algún problema personal, y luego la olvidan otra vez.
No pasamos por alto también a quienes jamás se les ocurriría no poseer una Biblia en sus hogares e inclusive leerla aunque no muy dispuestos a reconocer que no entienden lo que leen; o simplemente razonan que solamente la iglesia o los líderes de ella tienen la autoridad y el poder para interpretarla correctamente.
Y por último, pensamos en quienes al leer la Biblia lo hacen porque quieren conocer más y más al Hijo de Dios ya que por sus páginas comprendieron que él entregó su vida en la cruz para salvar a los pecadores. Ahora lee la Palabra de Dios porque quiere saber más de este extraordinario y glorioso Redentor.
Deberías preguntarte, ¿para qué leer la Biblia? ¿por qué si la leo, no la entiendo? ¿por qué me llamo cristiano o cristiana cuando ni siquiera he descubierto por sus páginas qué es lo que esto significa? O bien deberías admitir que nunca la abres, o si lo haces es para mantenerla en el Salmo 91 arriba de algún mueble en tu hogar como amuleto para tu seguridad. Pero nunca lo haces para "aprender a temer (reverenciar) a Dios." No puedes imaginarte lo fabuloso que es cuando entiendes lo que significan las palabras del Salmo 19:7 "La ley de Jehová es perfecta que convierte el alma."
Dios ha dejado su Palabra para que lo conozcas a él, que no es otra cosa que la vida eterna misma.
¡Dios te bendiga!
-Biblia, mate y oración-
© Copyright Ricardo Daglio - 2013
No hay comentarios :
Publicar un comentario