viernes, 24 de julio de 2015

CAMINANTE, SÍ HAY CAMINO

"Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará." - Isaías 35:8 

    Isaías como todos los profetas, anunció el mensaje del Señor con una visión que contenía un cumplimiento doble, es decir uno cercano y otro lejano. Cuando los profetas hablaban del futuro glorioso de Sión hacían referencia al tiempo en que Israel sería restaurado como nación luego de la cautividad pero principalmente hacían referencia al tiempo cuando el Mesías reinaría definitivamente. El pasaje de hoy tiene en vista concretamente el momento en que Jesús será Rey soberano sobre el mundo. Sin embargo, todas las verdades espirituales de la Biblia contienen un provecho para el lector no importa el tiempo en que las lea; y este es el caso del texto de hoy. De la misma manera que el escritor de Hebreos utilizó parte de este capítulo de Isaías para exhortar a sus lectores (cp. 35:3 con Heb. 12:2), así también es factible ver esta gloriosa promesa futura como un condimento definido para la vida del hijo de Dios.
    Cuando Jesucristo afirmó ser el Camino (Jn. 14:6), no solamente estaba hablando de un absoluto sino que estaba definiendo la característica particular del mismo, que es la santidad. Jesús no solamente es el Camino sino que es el Camino de Santidad porque es la única manera de ver a Dios, como lo dice Hebreos 12:14 "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor". En el momento en que un alma es regenerada y salvada por la gracia de Dios, es colocada en el camino angosto no para  transitar por él en soledad sino en una relación íntima y segura con Cristo "él mismo estará con ellos" - dice Isaías; y "yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo"- dijo Jesús.
    Es profundamente gratificante y alentador para el alma considerar cómo Isaías destaca la calidad y seguridad de estar en este camino porque garantiza que la torpeza más aguda no ocasionará el extravío. ¡Qué dicha es saber que de la misma manera que la gracia de Dios fue suficiente para salvarnos, también es suficiente para sostenernos, no importa cuán torpes seamos en nuestro andar con Cristo. No hay posibilidad de extravío al andar por este camino. Esta certeza solamente la posee el cristianismo bíblico y ninguna otra religión del mundo que se basa en hombres y principios terrenales. "¡Ah!" - dices tú- "es que no sabes cómo soy yo, cuán torpe y débil" No seas insensato y toma aliento con las palabras del profeta, puesto que él dice: "el que anduviere" ¿Lo ves?, no tiene nombre y por lo tanto te incluye a ti también; cuanto más torpe, tanto más se hace evidente la gracia de Dios en el individuo porque él se deleita en fortalecer a los débiles con su poder. Camina tranquilo, camina con fe y camina con Cristo.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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