sábado, 11 de julio de 2015

EL TREN DE LA ETERNIDAD

"Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel." - Amós 4:12 

    Años atrás, si el lector hubiera tenido la chance de viajar en tren en Buenos Aires, Argentina, desde Ezeiza a Constitución; próximo a llegar a la estación Avellaneda podría leer en letras bien grandes la frase "Prepárate para venir al encuentro de tu Dios", escrito sobre un gran paredón blanco perteneciente a una iglesia evangélica cuyo fondo da hacia las vías del ferrocarril Roca. Cientos de miles de personas han leído y leen día tras día esta ineludible verdad para todo ser humano no importa su edad ni sexo.
    Cuando el profeta Amós dirigió esta exhortación a Israel evocó la preparación de la nación para recibir el pacto en el Monte Sinaí (Éx. 19:11,15), un acontecimiento memorable sin duda. Pero esta fue una exhortación particular de parte del mensajero oriundo de Tecoa, pequeña villa al sur de Jerusalén, porque era el broche final de una serie de continuas advertencias de Dios para la nación que incluyeron toda suerte de llamados de atención con desastres climáticos, económicos y físicos; y sin embargo no sirvieron porque en cinco oportunidades Amós dice: "mas no os volvisteis a mí" (4:6-11).
    No hay un sólo ser humano que podrá objetar este llamado a prepararse para la eternidad, Dios obra de manera constante mostrando al hombre su bondad y misericordia por medio de cientos de formas pero especialmente a través de la palabra del evangelio y el mandato al arrepentimiento. Jesucristo ya ha venido al encuentro del pecador, a buscar y salvar lo que se había perdido. Quien oye y cree el mensaje de las buenas nuevas estará definitivamente preparado para venir al encuentro de Dios, no hay otro camino, ni verdad, ni vida que no sea Jesucristo.
    Puede que tú hayas pasado un sinnúmero de situaciones que han derivado en que ahora tengas una Biblia a mano para leer y conocer la gracia de Dios para salvación; no deseches esta gracia y pon tu confianza en Jesucristo para perdón de tus pecados. Prepárate para venir al encuentro de Dios, no dejes pasar el tren.

¡Dios te bendiga!

-Biblia, mate y oración
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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