"Me enseñó así: He aquí el Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil. Jehová entonces me dijo:¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más." - Amós 7:7-8
El control de calidad es un hecho indiscutible para cualquier producto que pretende tener una imagen favorable en la cadena comercial de cualquier país. Para que esto funcione adecuadamente se precisa una norma imparcial que regule cada producto conforme a la categoría que le corresponda, y que asegure la calidad del mismo en el mercado.
Cuando el profeta Amós tuvo revelaciones de Dios sobre el castigo que daría a Israel, fueron tres visiones seguidas. En las dos primeras, Amós intercedió por la nación, pero en la tercera no pudo hacerlo. Es que no podía discutir de ninguna manera el estándar que se le mostraba: Dios estaba sentado en un muro hecho a plomo, e Israel sería probado con la medida divina y no con la que ellos inventaban. El resultado era determinante y Amós no podía interceder por ello.
Cuando la palabra de Dios ha dejado de ser la regla y norma que define nuestra calidad y condición espiritual, entonces inventamos las nuestras, que inclusive llegan a ser "superiores" a las de Dios según la baja condición espiritual del corazón. Discutimos la escritura y porfiamos sobre conductas que queremos justificar; pero la plomada de Dios tendrá la última palabra y no habrá manera de cambiarlo. Ella te dirá que la música que oías no honraba al Señor, te dirá que las películas que veías entristecían su corazón; la plomada de Dios mostrará tu equivocado concepto de lo que es un cónyuge fiel; de lo que significa un compromiso con la iglesia local, o lo que es perdonar al prójimo. Pero sobre todo, ella mostrará si tu concepto de estar justificado ante Dios es el correcto.
Como no pudo Amós hacer nada para cambiar esto, tampoco podrá hacerlo por ti ningún pastor ni líder religioso; será una cuestión entre tu y Dios. Recuerda, "Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; pero Jehová pesa los corazones." (Pr. 21:2). Usa la palabra de Dios para evaluar tu vida, que no tengas que oír el dictamen divino: "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto." (Dn. 5:27).
¡Dios te bendiga!
-Biblia, mate y oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
Pastor Ricardo,
ResponderEliminarLe doy gracias a Dios, primeramente, por darme la posibilidad de tener acceso a sus devocionales y estudios. Han sido de mucha bendición para mi vida personal y lo he compartido con otros hermanos.
Un cordial saludo desde Puerto Montt, Chile y aunque su presentación dice que al no conocerlo no perdemos nada, sería un agrado y bendición.
Conny Maldonado Silva