"... no dije a la descendencia de Jacob: En vano me buscáis" - Isaías 45:19
"Así que la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios" dice el apóstol Pablo en Romanos 10:17; de manera que con gozo leemos las promesas de Dios en la escritura, disfrutamos de escuchar su voz y creerla y de experimentar cómo la fe se fortalece por ella. "Mira lo que Dios dice aquí -señalamos a menudo- es lo que está escrito y lo que Dios ha dicho, no tenemos razón para dudar de él." Biblias subrayadas, versículos anotados, colores que nos recuerdan algo especial, una fecha, etc. Todo ello trae a nuestra memoria que la palabra de Dios -lo que el ha dicho- es digna de creer y confiar.
Sin embargo ¿has pensado también que la fe se puede fortalecer por lo que él no ha dicho? ¿Cómo? Exactamente, porque muchos de nuestros temores y dudas surgen de imaginaciones y suposiciones de cosas que Dios hará o piensa pero que jamás ha dicho que las haría o que ha dado a entender en su palabra ya sea directamente o por ejemplos en las historias contenidas dentro de sus páginas. Israel tenía razonamientos equivocados en cuanto a Dios y eso dio como resultado que tuvieran también razonamientos errados en cuanto a ellos mismos. Cuando tenemos una imagen de Dios incorrecta, indefectiblemente la tendremos acerca de nosotros igualmente. Lo que Dios dijo de sí mismo y lo que dice de cada uno de nosotros, eso es lo que debemos mirar; el resto es pura mentira.
Por eso debes leer con atención, Dios no dijo que le buscamos en vano; Dios no dijo que te abandonaría; Dios no dijo que es imposible hallarlo; Dios no dijo que va a fallar o que sus planes no se van a cumplir, o que te sustentará dependiendo de tu fidelidad, o que te guardará con seguridad en proporción a tu conocimiento de él. Dios no dice que tu, justamente tu atraviesas por dificultades y pruebas que ninguna otra persona en el mundo jamás atravesó o que tu experiencia es única en la historia de la humanidad. No, Dios no ha dicho nada de eso, ni en cuanto a su persona, ni en cuanto a ti.
De manera que, toma tu Biblia, léela de tapa a tapa, créela desde Génesis a Apocalipsis, subraya todo lo que quieras, ámala, y ama a su autor, pero sobre todas las cosas cree también todo lo que no ha dicho para que disfrutes y sirvas con toda tu mente y con todas tus fuerzas al Dios honesto, puro y santo.
¡Dios te bendiga!
-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso
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