martes, 13 de octubre de 2015

EDITORIAL CORAZÓN

"¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas." - Mateo 12:34-35

    Alguien ha dicho que la palabras que una persona habla por día serían suficientes para escribir un libro de entre 50 y 60 páginas o el equivalente a más de cien libros de 200 páginas por año. La estadística es interesante por cierto, pero quizá lo que más importa es que de acuerdo a Jesús las palabras que salen de nuestros labios son una indicación inequívoca de lo que abunda en el corazón. Una editorial sin duda muy prolifera es el corazón del hombre, que según la Biblia misma es el asiento de nuestras emociones; y por ende debería ser suficiente para hacernos reaccionar acerca de lo que en realidad somos.
   El contexto en el que Jesús dijo estas palabras es significativo y preciso, pues fue cuando los religiosos de su tiempo atribuyeron a Satanás las obras que inequívocamente Jesús hacía por el dedo de Dios, lo expresaron con sus labios de una manera tan contundente que no quedaron dudas de que en ellos, aunque exteriormente se mostraban piadosos, la verdadera naturaleza de sus almas era semejante a las víboras. Llegado el momento justo, hablaron conforme a lo que en realidad ellos eran: Malos.
    No podemos generalizar un pasaje de la escritura sino que debemos entenderlo en su contexto porque la misma palabra de Dios enseña el cuidado que debemos tener con la lengua (Stgo. 3); y por eso la lección de Jesús aquí tiene que ver con exponer la verdad acerca del hombre. En la mayoría de las personas no es necesario esperar mucho tiempo en una conversación para descubrir su situación espiritual; pronto dejan entrever que no hay vida de Cristo en ellos.
    Pero ¿qué de aquellos quienes viven en el mundo de la apariencia? Tarde o temprano un corazón sin la naturaleza divina por la obra regeneradora del Espíritu Santo mostrará su maldad y alienación de Dios. El legado de un hombre o mujer caídos por causa del pecado de Adán sale a relucir indefectiblemente. No puede ocultar indefinidamente su condición. No es que digan blasfemias como lo hicieron los fariseos, pero dicen y viven incoherencias con respecto a Dios, Jesucristo y la vida cristiana en general; son como aquellos de quienes el apóstol Pablo advirtió a Tito, "Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra." (1:16). 
    Esto es lo que Jesús describió que hay por naturaleza en el corazón de los hombres, "Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias." (Mt. 15:19) La persona que está llena de estas cosas será normalmente controlada por ellas en un momento u otro; de lo contrario quien atesora a Cristo en su corazón mostrará el fruto del Espíritu. 
    ¿Qué clase de libros tiene Editorial Corazón en tu vida a lo largo de los 365 días del año? ¿Declaran que Cristo es tu tesoro más grande o publican todo lo contrario? 

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
 © 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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