viernes, 30 de octubre de 2015

RECUERDOS QUE INSTRUYEN

"Acordaos de la mujer de Lot" - Lucas 17:32

    Si no conoces bien tu Biblia te vas a perder grandes lecciones que son necesarias para cualquier hijo de Dios; si no lo crees, fíjate en el pasaje de hoy donde el Señor Jesús utiliza una breve frase para agilizar la memoria de los discípulos que le seguían y así recordarles acerca de cómo reaccionaría la gente previo a los días en que Cristo regresaría para reinar. Al hablarles de la similitud que existirá en la conducta de las personas con aquella que tuvieron los contemporáneos de Lot en Sodoma y Gomorra, hizo una breve observación sobre la esposa de Lot. No sabemos su nombre, ni su edad, ni tenemos referencia alguna en la Biblia acerca de ella más que saber que un día experimentó el misericordioso apretón de mano de un ángel cuando la sacaban junto a su esposo e hijas de Sodoma ("los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer"- Gn. 19:16a), y luego su triste final, "Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal" (Gn. 19:26).
    En el contexto de la enseñanza, sin embargo, Jesús no parece querer enfatizar la transformación de ella en una estatua de sal sino mas bien la actitud de su corazón donde "su escala de valores tenía a lo terrenal por encima de lo celestial y lo material por encima de lo espiritual" (Hendriksen). El recuerdo de la mujer de Lot es más que apropiado porque ilustró perfectamente lo que Jesús dijo antes,  "en aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás" (17:31). Descender a tomar los bienes, volver atrás; ambas son características de quienes frente a la magnitud de importancia que representa el regreso de Cristo manifiestan tarde o temprano dónde tienen su corazón; sometido en amor por Jesucristo y en absoluta devoción a él, o rendido a los intereses mundanos.
    Por lo tanto, acordarse de la mujer de Lot, con toda seguridad nos remonta la memoria a la estatua de sal en la que se convirtió, pero no sin hacernos meditar en que esto fue la consecuencia de poner la mira en lo pasajero y vano. ¿Qué tienes el hábito de atesorar? ¿Cuál es tu inclinación presente del corazón y escala de valores? Este es el asunto en cuestión y uno que nos hace bien considerar con la debida atención; porque los verdaderos discípulos del Señor tienen cuidado en mantener "la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra" (Col. 3:2).

¡Dios te bendiga!

-Biblia, Mate y Oración-
© 2013- Ricardo Daglio -Uso personal, no distribuir sin permiso

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